El cortisol, conocida como la hormona del estrés, es fundamental para el organismo porque regula el metabolismo, el azúcar en sangre y el equilibrio hormonal. Sin embargo, los niveles crónicamente elevados de cortisol, causados por el estrés continuo, pueden ser perjudiciales para la salud.
Aquí te presentamos cinco señales que podrían indicar un exceso de cortisol:
Exceso de grasa abdominal
El estrés constante puede provocar una mayor ingesta de alimentos o elecciones poco saludables. Pero el aumento de peso alrededor del abdomen no solo se debe a la mala alimentación, sino también al exceso de cortisol en el sistema.
Sueño interrumpido
Un desequilibrio en los niveles de cortisol puede afectar los patrones de sueño. La dificultad para conciliar el sueño o despertares nocturnos frecuentes podrían ser indicios de un desajuste en el cortisol.
Cara hinchada
El exceso de cortisol puede estimular el almacenamiento de grasa adicional en los lados de la cara, provocando un aspecto hinchado o redondo (cara de luna). También puede causar retención de líquidos, lo que contribuye a la hinchazón facial durante periodos de estrés.
Cicatrización lenta
Si las cortaduras, moretones o dolores persisten, el cortisol elevado podría ser el culpable. Niveles altos de esta hormona inhiben la producción de moléculas llamadas citoquinas, responsables de la cicatrización y la reducción de la inflamación.
Distensión abdominal constante
El cortisol elevado obliga al cuerpo a modificar o suspender funciones que no son críticas para la supervivencia inmediata. La digestión suele ser uno de los primeros sistemas afectados. El cortisol regula la captación de sales y minerales, y durante el estrés, el exceso de cortisol aumenta los niveles de sal y favorece la retención de líquidos. La reducción del flujo sanguíneo al sistema digestivo también altera la motilidad intestinal, generando desequilibrios bacterianos en el intestino. Este desequilibrio puede provocar una digestión deficiente de ciertos carbohidratos, ocasionando la producción excesiva de gases e hinchazón abdominal.
Si experimentas alguna de estas señales o sospechas que tus niveles de cortisol están elevados, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico y plan de tratamiento adecuados.